Inicios

Astrid inició su relación con los caballos a los siete años de edad. La primera vez que montó un caballo fue a pelo y con un mínimo de instrucción de un campesino que trabajaba en la casa de campo donde creció. Desde entonces nació una profunda conexión con esta especie.
Hoy en día Astrid recorre las montañas de los Andes en compañía de diversos amigos equinos y guía a otras personas a tener una experiencia equina sin violencia confiando en la inteligencia emocional extraordinaria de estos seres que galopan la tierra.